Aviso del Cronista.

La caída de Valaquia Prima es un conjunto de relatos estructurados como una novela río sobre los sucesos que acontecen en ese planeta ambientado en el universo ficticio de Warhammer 40.000.

El creador de este blog solo tiene el objetivo hedonista slaaneshiano de pasarlo bien y hacerlo pasar bien a quien pueda leerlo. Sus relatos están hechos por fans y para fans de los fantásticos juegos de Games Workshop y por tanto no es para nada oficial ni está respaldado por susodicha empresa, no pretendiendo con ello afrentar su posición ni menoscabar su trabajo.


Pensamiento del día.

sábado, 8 de mayo de 2010

Lord Ciro Berderkat. Cúspide. Colmena Beta. 02


Lo sabemos, lo sabemos, hemos tardado mucho y todos os estabais mordiendo las uñas... Pero entre que hemos tenido un ligero problema informático relacionado con el portatil y una jarra de cerveza algo inestable. Y que últimamente nuestra atención y tiempo han sido dedicados a un montón de curvas increíbles que no cesa de obedecer nuestras más nímias órdenes y de hacer posturas increíbles que nos dejan sin aliento (Efectivamente hemos estado jugando al Gears of War 2). Ha estado dificil de actualizar.
Las quejas se las podeis hacer directamente:


Ahora en serio. La historia continua:




-La pregunta es señor Berdekat ¿por qué su propio padre no le ha invitado a acompañarle a uno de los mayores acontecimientos sociales a nivel planetario de este año?
Ciro miraba embelesado a la terapeuta mientras hablaba. Era su segunda visita al centro de salud mental, jamás había repetido en instituciones similares a no ser que le su padre ordenase que le internasen por la fuerza. Sin embargo, jamás había creído que alguien podía comprender las tribulaciones y sufrimientos del segundo hijo del Alto Señor de la colmena Beta. Pero ella, aquella mujer perfecta, había empatizado con él desde el primer momento. Era cercana como ninguno de sus familiares lo había sido nunca y a la vez destilaba un poder y una autoridad que hacía sentir a Ciro como un tímido infante deseoso de complacerla.
Hubo un largo silencio tras la pregunta. Las miradas se cruzaron y ella venció tras solo unos instantes, haciendo que él mirase al suelo.
-Respóndame señor Berdekat.
Ciro se tironeó del cuello de la camisa. Hacía calor, estaba sudando y el ambientador de flores artificiales le embargaba de una sensación pegajosa que no le ayudaba.
-No, no… no lo se.
Ella se inclinó sobre él. Por un instante pareció que iba a tocarlo con sus perfectas manos y el corazón del noble latió desbocado con anticipación, pero finalmente se detuvo a medio camino dejándolas sobre el escritorio. Los diminutos implantes psicoactivos de las yemas de sus dedos bailaron sobre la superficie activaron la pantalla holográfica horizontal.
Su propio rostro lo miró entre aquellas manos, que por un instante parecieron acariciarlo con un oculto apetito. Con las suyas él se tironeó de nuevo de la camisa.
-Lo sabe, pero no quiere afrontarlo.
Él negó con la cabeza intentando alejarse de ella en las profundidades de su butaca. El rostro que lo miraba parecía más gallardo que el suyo, una visión idealizada de lo que él veía en el espejo. Una imagen de lo que él podía llegar a ser.
Un chasquido de dedos y su rostro se desvaneció siendo ocupado por el de su padre.
-No podré ayudarle si no lo reconoce.
Aquello fue demasiado. Intentó levantarse, escapar de allí antes de perder el control, antes de que “la niebla roja” como él la llamaba empañase totalmente la visión y golpease rugiendo a aquella mujer hasta matarla como a…
Sin embargo no pudo hacerlo. Era rápida, tanto que consiguió bloquearle el paso.
Fue a golpearla, realmente levantó el brazo para hacerlo, pero aquellos ojos azules le detuvieron. La terapeuta sonrió cuando lo bajó. Nunca en toda su vida “la niebla roja” se había retirado antes de que hubiese cometido una estupidez y quedase embargado en la vergüenza.
Tragó saliva.
-No huya de nosotros señor Berdekat. Para que le ayudemos debe usted empezar ayudándose.
Él cayó de rodillas.
-Ha huido de todo en su vida. Jamás se ha enfrentado a su verdadero problema.
Sollozó vencido por las emociones. Lágrimas que jamás había vertido se derramaban ahora por sus mejillas.
-Hágalo ahora señor Berdekat. Explíqueme por qué está usted aquí llorando mientras su padre y su hermano gozan de la hospitalidad de colmena Alfa.
Levantó el rostro, en sus ojos turbios de lágrimas brillaba ahora una emoción cercana a la furia.
-Porque… porque ellos…¡porque ellos me desprecian!

2 comentarios:

  1. Asi que el hijo despechado y una loquera sexy... creo que aqui se va a preparar algo gordo.

    P.D. Nos estais haciendo sufrir con lo del espaciopuerto, porque se lo que vicia el gears of war que si no... JAJAJA

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  2. Jajaja, al fin podemos publicar algo más, maldita Xbox.

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