Aviso del Cronista.

La caída de Valaquia Prima es un conjunto de relatos estructurados como una novela río sobre los sucesos que acontecen en ese planeta ambientado en el universo ficticio de Warhammer 40.000.

El creador de este blog solo tiene el objetivo hedonista slaaneshiano de pasarlo bien y hacerlo pasar bien a quien pueda leerlo. Sus relatos están hechos por fans y para fans de los fantásticos juegos de Games Workshop y por tanto no es para nada oficial ni está respaldado por susodicha empresa, no pretendiendo con ello afrentar su posición ni menoscabar su trabajo.


Pensamiento del día.

viernes, 26 de febrero de 2010

Imbra. Habitáculos de vivienda. Colmena Alfa. 05

Fue duro levantarse aquel amanecer y preparar el desayuno para las pequeñas. Era el primero que se levantaba sola desde que había sido madre. Liye había rellenado todos los trámites el día anterior y había sido transferido desde su puesto como agroperario en las granjas hidropónicas al servicio activo como miembro de la Fuerza de Defensa Planetaria Irregulares. Había marchado por la noche, despidiéndose de las pequeñas antes de que fuesen a dormir dejándolas con mil preguntas que hacer a una Imbra que no tenía fuerzas para responderlas.
Las pequeñas se habían acostado junto a ella en una cama que ahora parecía vacía, pero Imbra fue incapaz de dormir a pesar de la rítmica respiración del sueño de sus niñas. Tenía un horrible presentimiento sobre aquella situación.
Cuando eran más jovenes, cuando ni Lia ni Taria habían nacido él había tenido que marchar al hemisferio nocturno ante los cada vez más frecuentes informes de movimientos de orkos. Gracias al Emperador no ocurrió nada, los irregulares ocuparon los bastiones de la línea de defensa Bifröst y los regulares exploraron el lado helado de Valaquia Prima, hubo varias escaramuzas sin importancia entre estos y los orkos y finalmente al percatarse de que la amenaza pielverde sería perpetua y tras una larga evaluación de costes y beneficios por parte del consejo del Ocho se decidideron abandonar las dos urbes subterráneas hasta poder asegurarlas y reubicar sus ciudadanos entre el resto de colmenas ecuatoriales.
Todo ese tiempo, pese a las tranquilizadores noticias que llegaban a diario en las pantallas de la colmena, mientras sentía a Lia creciendo en su interior Imbra sintió el dolor de la espera y el desasosiego producido por el temor a que toda aquella tranquilidad cambiase.
Ahora la sensación era peor, habían movilizado a los irregulares sin que hubiese noticias de avistamientos pielesverdes. Había algo muy extraño en todo esto.
La sirena del habitáculo comenzó a sonar con estridencia anunciando que quedaba una hora estandar para la entrada de los trabajadores en sus puestos respectivos. Entre gritos las pequeñas terminaron de vestirse y salieron corriendo seguidas de la intranquila valaka que las dejó a las puertas de la Schola Pueri de aquel megabloque de habitáculos y tomó el monorail hacia su manufactorum sin dejar de mirar ansiosa la pantalla de datos a la espera de cualquier retazo de información sobre la situación en aquella oscuridad hacia la que su Liye se había encaminado.

lunes, 22 de febrero de 2010

Atlua. Órbita sobre Valaquia Prima. 02

Con paso firme Atlua Blaria recorrió los oscuros pasillos de la nave dejando atrás los habitáculos del resto de integrantes del séquito del inquisidor Hellsing. Sabía que Sonner Blendeh estaba en la proa, echando un vistazo a las baterías de las gigantescas lanzas de energía que la nave contaba como defensa ante los peligros del vacío, por lo que la interrogadora se alegró de no tener que encontrárselo. No soportaba el comportamiento de aquel petimetre y no entendía como el viejo interrogador era capaz de compararlo con ella.
Durante el trayecto se percató de que todos los tripulantes de la nave seguían su avance con la mirada, lo que le ocasionó un sentimiento de victoria. Si su trabajado aspecto provocaba tal admiración en aquellos hombres que habían visto mujeres de cien mundos distintos estaba segura de que la nobleza valaca caería a sus pies. Sabía que el merecido descanso de su viejo maestro estaba muy cerca y su alma pronto se reuniría con el Emperador a la vez que su promoción oficial a inquisidora lo estaba aun más. Si consiguiese ganarse para ella las figuras influyentes de Valaquia Prima podrían apoyar su candidatura ante el consejo inquisidor del subsector para el puesto de inquisidora residente en el planeta.
Se quitó uno de sus largos guantes púrpura de seda jonuana y puso su delicada mano sobre el lector digital. La compuerta se abrió a un lado con un sonido suave y Atlua entró en el habitáculo del inquisidor dedicando una adorable sonrisa al arrugado viejo que aguardaba agazapado sobre su butaca metálica. A Lucca, el callado guardaespaldas, ni siquiera le dedicó una mirada, para ella aquel hombre era solo un mueble más propiedad de Hellsing.

jueves, 18 de febrero de 2010

Atlua. Órbita sobre Valaquia Prima. 01

Sus largos dedos abotonaron el ceñido traje a lo largo de su sinuoso cuerpo mientras la interrogadora se miraba en el espejo.
Dio unos leves retoques al maquillaje social hasta que estuvo perfecto y después sonrió disfrutando de lo que veía. Como pupila del inquisidor Hellsing debía bajar inmediatamente después que este al aterrizar en Valaquia justo al lado del desgarbado Sonner Blendeh, y pretendía ser el objeto de todas las miradas.
Su servidora doméstica privada, una muchacha lobotomizada de múltiples implantes en forma de brazos de bronce, le acercó una bandeja sobre la que descansaba su perfume preferido y una pequeña pistola de autodefensa.
Usó el perfume y desdeñó la pistola ya que no podría esconderla con su indumentaria de gala. De todas formas, sus habilidades psíquicas eran su principal arma y jamás había tenido motivos para dudar de su efectidad, además, el propio Hellsing llevaba una fuerza armada considerable en su propio séquito.

Un mensaje llegó al receptor de su servidora. Atlua le dio la orden de emitir.
Era una convocatoria, el inquisidor la necesitaba en sus aposentos antes de aterrizar.

lunes, 15 de febrero de 2010

Lord Ciro Berderkat. Cúspide. Colmena Beta. 01

-Es agradable ver que alguien puede comprenderme.
La encantadora sonrisa de la terapeuta era un bálsamo para sus nervios. Ella hizo permaneció en silencio, invitándole a continuar tras la presentación inicial.
Ciro no la miró a los ojos pero si recorrió las curvas que se adivinaban alrededor de la bata.
¡No! se dijo, no estaba aquí por eso, esta era la última oportunidad y su padre se lo había dejado claro. No debía enzarzarse en estos líos de nuevo.
Se concentró en examinar un pictograma de la pared que representaba un bosque helado del hemisferio ártico. Recorrió con la mirada las pinceladas digitales de fríos colores evitando mirar a la mujer.
-He cometido muchos errores-dijo tamborileando con los dedos en el reposabrazos de su sillón.-y se que debo cambiar, pero no puedo hacerlo y necesito ayuda. Incluso ahora los pensamientos insidiosos vuelven a mi con fuerza.
La terapeuta sujetó con una mano de perfecta manicura el brazo de Ciro y lo hizo girar para que sus ojos azules se enfrentasen a los del paciente.
-Ha venido al sitio indicado señor Berderkat, nuestra institución es la clínica de salud mental con mayor reputación de toda colmena Beta, y frecuentemente recibimos pacientes de toda Valaquia Prima. Somos especialistas en casos como el suyo y damos total garantía de discrección y confidencialidad acorde con la notoriedad de nuestros clientes.
Ciro estaba perdido en el frío azul de aquellos ojos, olvidando totalmente el pictograma, notando como aquella perfecta mano descansaba en su brazo y como su corazón latía a cada momento más fuerte.
-Pero sobretodo señor Berderkat, damos un motivo para seguir adelante a nuestros clientes, un objetivo en la vida que les haga plenos.
Ciro asintió, un objetivo en la vida era algo que jamás había tenido.

lunes, 8 de febrero de 2010

Muzazhi. Tierras pielesverdes. Hemisferio Ártico. 01

Antes de nada visitarnos en http://www.boosterblog.es ;)

En el gélido hemisferio ártico, lejos de las ciudades colmenas ecuatoriales, pero bastante más cerca de lo que las fuerzas de la FDP creían de sus baluartes una fila de desgarbados orkos resistía el frío estremecedor mientras otro más grande y de feroz aspecto menos encorvado que ellos a pesar del aullante viento.
-Zoiz la peor ezcoria ke he vizto en toda mi vida. Malditoz guizantitoz.- El enorme orko caminó de un lado a otro por la fila de sus desastrosos congéneres mientras estos intentaban mantenerse erguidos y con la mirada al frente. Este no aullaba como el resto de jefes orkos, sino que susurraba de forma peligrosa.
-Oz creeiz muy duroz por ke zoiz grandez y verdez, pero yo he comido cozaz que harían vomitar a una cabra, y dezpuez me comí a la cabra, y zu vomito tambien. Azí ke no me hableiz de lo duroz ke zoiz.
Los orkos se miraron entre ellos sin saber por qué estaba explicándoles esas cosas.
-Tú taponzete, ¿de donde erez?
El orko interpelado tomó aliento para gritarle.
-De loz Kraneoz Kolmilludoz, zeñor.
-¡Loz Kraneoz Kolmilludoz zolo tienen zonrozadoz y taponzetez y a ti no te veo loz kuernoz!
Algunos de los reclutas se miraron entre ellos más perplejos todavía.
-El poderozo Kazkakraneoz oz manda aqui por que teneiz aptitu... karacteri... cozaz chulaz. Oz voy a konvertir en una unidad polival... takti.. ke pueda hacer muchaz cozaz aun maz chulaz. Cualkier orko puede korrer hazia el enemigo dizparando y aullando como un pozezo. Vozotroz vaiz a aprender a no zer viztoz, a golpear donde no ze lo ezperan a kaer zobre elloz como zilenciozaz zombraz en la ozkuridad y dezaparezer antez de que reazionen.
Hubo un murmullo por la fila de reclutas pielesverdes.
El orko se irguió en toda su estatura. Su vestimenta, oscura como la noche que les rodeaba solo dejaba al aire unos brillantes ojos rojos. Una repentina ráfaga de aire sacudió tiras de telas que sujetas a sus armas ayudaban al camuflaje rompiendo su figura.
-Zoy el zenzei Muzazhi. Zoy vueztra peor pezadilla.

viernes, 5 de febrero de 2010

Bruce. Gigacomercio G-Mart. Colmena Beta. 02

El megacomercio G-Mart había cerrado.
Bruce dio instrucciones a los arácnidos servidores para que estuviesen en espera y observó como aquellos titanes de múltiples pistones cerraban los ojos y parecían aletargarse. Sabía que las lobotomías les habían quitado la función del sueño, pero obedecían la orden quedandose muy quietos y cerrando los ojos. Una vez había tenido a su servicio uno defectuoso que cumplía a la perfección su trabajo pero cuando no le daban ordenes permanecía con los ojos abiertos y gemía escalofriantemente...
Era estremecedor. Ver aquella cosa con ojos humanos perpetuamente abiertos quedándose en la oscuridad haciendo ruidos horribles... Bruce se lo quitó de enmedio endosándoselo al departamento de grandes cuentas a la primera oportunidad.
Mientras introducía su identificador en máquina de fichajes saludó a Elga, una de las vendedoras del sector E-679, con una sonrisa encantadora. Hecter y él habían apostado quien podría ligar con ella y por ahora la competición estaba muy reñida.
En el gigantesco vestuario masculino tomó una ducha caliente y se vistió con ropa de calle.
Los chicos habían quedado para tomar una copa en este mismo sector de la colmena y Elga y algunas de las nuevas probablemente apareciesen así que si tenía suerte esperaba no volver solo a casa.

Salió silbando y cruzó la tienda a paso rápido hacia la entrada 37. Era más rápido que salir por la entrada de trabajadores cercana. Solo quedaban varios servidores de seguridad más avanzados que los de carga deambulando que no reaccionaron ante su presencia.
Cuando estaba a punto de salir una de las gigantescas máquinas se irguió sobre su chasis de orugas y apuntó con una enorme ametralladora un rincón oscuro en la zona cercana a la puerta mientras emitía un alarido de advertencia.
Bruce corrió hacia allí, no era ningún héroe pero tenía que hacerlo, había muchos trabajadores nuevos y tal vez alguien hubiese cometido un error y hubiese olvidado codificar los servidores para permitirles el paso fuera del horario comercial.
Se quedó de piedra cuando encontró al pequeño niño de la mano vendada temblando aterrorizado ante la gigantesca máquina en un charco de su propia orina.

lunes, 1 de febrero de 2010

Imbra. Habitáculos de vivienda. Colmena Alfa. 04

Cuando terminaron Liye le besó uno de los hombros mientras la abrazaba por la espalda permaneciendo ambos acurrucados de medio lado en la cama.
-Te quiero.-le murmuró.
Pero ella rompió a llorar.
Él supo por qué enseguida.
-Has visto el mensaje.
Imbra asintió aun sin mirarle.
-Solo serán unos meses. Los regimientos irregulares solo tenemos que vigilar los pasos más importantes mientras los regulares marchan hacia el sur. No vamos a ver ningún orko. Será como hacer otra vez la instrucción.
Ella pareció pensarlo unos instantes.
-Hoy un hombre murió en el manufactorum y lo sustituyeron como si fuese un engranaje roto, y ahora tu te marchas hacia el sur donde dicen que se ha perdido un regimiento. ¿Qué quieres que piense?
Liye meditó sus palabras y le dio otro breve beso en su hombro.
-Lo siento mi amor, no lo sabía. Lamento lo de ese hombre, pero nada nos pasará a nosotros. Es un procedimiento estándar. Recuerda que pasó algo similar antes de que naciese la pequeña Lia, todos decían que millones de orkos se levantaban en el Sur helado y lo único que hicimos fue perder el tiempo jugando a las cartas con los chicos del regimiento mientras los regulares cazaban un puñado de pielesverdes muertos de hambre y frío y nos maldecían por estar en sus bastiones bien calientes.
Hubo unos instantes de silencio mientras ambos pensaban en el inmediato futuro y la separación, hasta que los grititos animados de las dos pequeñas niñas acercándose por el pasillo al habitáculo les obligaron a levantarse y vestirse de forma apresurada.
-¿Volverás?-insistió ella tragándose las últimas lágrimas mientras la puerta se abría con un susurro.
-Te lo juro- le contestó él con una sonrisa mientras se arrodillaba y abrazaba con fuerza a las dos pequeñas que entraron gritando con bulliciosa alegría.