Aviso del Cronista.

La caída de Valaquia Prima es un conjunto de relatos estructurados como una novela río sobre los sucesos que acontecen en ese planeta ambientado en el universo ficticio de Warhammer 40.000.

El creador de este blog solo tiene el objetivo hedonista slaaneshiano de pasarlo bien y hacerlo pasar bien a quien pueda leerlo. Sus relatos están hechos por fans y para fans de los fantásticos juegos de Games Workshop y por tanto no es para nada oficial ni está respaldado por susodicha empresa, no pretendiendo con ello afrentar su posición ni menoscabar su trabajo.


Pensamiento del día.

martes, 25 de enero de 2011

Droks. Hemisferio nocturno. 06

Droks cayó al suelo gritando mientras el resto de exploradores lo miraban extrañados.
En un instante notaba la fría excitación de sus hermanos preparándose para emboscar a los pielesverdes y al siguiente la comunicación se había cortado dejándolo en medio de un vasto vacío.
La sensación fue horrible, como si de repente le hubiesen arrancado los ojos y los oídos. Veía el hielo rodeándole y los hombres que le acompañaban se agazapaban y apuntaban a la perenne negrura pensando en que quizás había sido alcanzado por un disparo, oía sus gritos de alerta, el gemido del viento, y por encima de ello sus propios aullidos de desesperación, pero todos esos estímulos llegaban a él como si fuera un mero espectador que se viese a sí mismo a través de una holopantalla.
Solo podía haber una explicación.

Una mano le sacudió el hombro. Droks la apartó de un manotazo mientras siseaba con pánico por una soledad que nadie había conocido en la galaxia. Sufría dolor por la pérdida de Byrns, Yurda y el resto de sus hermanos, pero la desaparición de Werte le hacía sentir como si le hubiesen extirpado el alma.

Otra mano le sacudió. Súbitamente el mundo ante Droks explotó. Su percepción, tan desarrollada desde su renacimiento se agudizó aun más. Sus sentidos que habían estado cerrados durante la crisis funcionaron de nuevo percibiendo incluso el paso del tiempo en la cara del soldado que estaba intentando levantarle. Poco a poco la barba crecía, poco a poco su vida escapaba conforme instante a instante sus células se iban oxidando, reproduciéndose cada vez más débiles, poco a poco el olor de su aliento se iba haciendo más ténue mientras digería la ración de campaña que había almorzado...
Pero esos eran los sentidos menores. Algo que jamás había experimentado le indicó que aunque sus hermanos habían muerto no estaba solo, sino que muchos más aguardaban en el hemisferio helado aguardando su oportunidad...
Y que como había demostrado su mérito ya no era una mera pieza más en aquella trampa, sino que iba a ser uno de los artífices supremos, y como tal había sido ya premiado.
Se relamió, anticipándose el sabor de la sangre derramada que pronto bebería.

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