Aviso del Cronista.

La caída de Valaquia Prima es un conjunto de relatos estructurados como una novela río sobre los sucesos que acontecen en ese planeta ambientado en el universo ficticio de Warhammer 40.000.

El creador de este blog solo tiene el objetivo hedonista slaaneshiano de pasarlo bien y hacerlo pasar bien a quien pueda leerlo. Sus relatos están hechos por fans y para fans de los fantásticos juegos de Games Workshop y por tanto no es para nada oficial ni está respaldado por susodicha empresa, no pretendiendo con ello afrentar su posición ni menoscabar su trabajo.


Pensamiento del día.

lunes, 1 de febrero de 2010

Imbra. Habitáculos de vivienda. Colmena Alfa. 04

Cuando terminaron Liye le besó uno de los hombros mientras la abrazaba por la espalda permaneciendo ambos acurrucados de medio lado en la cama.
-Te quiero.-le murmuró.
Pero ella rompió a llorar.
Él supo por qué enseguida.
-Has visto el mensaje.
Imbra asintió aun sin mirarle.
-Solo serán unos meses. Los regimientos irregulares solo tenemos que vigilar los pasos más importantes mientras los regulares marchan hacia el sur. No vamos a ver ningún orko. Será como hacer otra vez la instrucción.
Ella pareció pensarlo unos instantes.
-Hoy un hombre murió en el manufactorum y lo sustituyeron como si fuese un engranaje roto, y ahora tu te marchas hacia el sur donde dicen que se ha perdido un regimiento. ¿Qué quieres que piense?
Liye meditó sus palabras y le dio otro breve beso en su hombro.
-Lo siento mi amor, no lo sabía. Lamento lo de ese hombre, pero nada nos pasará a nosotros. Es un procedimiento estándar. Recuerda que pasó algo similar antes de que naciese la pequeña Lia, todos decían que millones de orkos se levantaban en el Sur helado y lo único que hicimos fue perder el tiempo jugando a las cartas con los chicos del regimiento mientras los regulares cazaban un puñado de pielesverdes muertos de hambre y frío y nos maldecían por estar en sus bastiones bien calientes.
Hubo unos instantes de silencio mientras ambos pensaban en el inmediato futuro y la separación, hasta que los grititos animados de las dos pequeñas niñas acercándose por el pasillo al habitáculo les obligaron a levantarse y vestirse de forma apresurada.
-¿Volverás?-insistió ella tragándose las últimas lágrimas mientras la puerta se abría con un susurro.
-Te lo juro- le contestó él con una sonrisa mientras se arrodillaba y abrazaba con fuerza a las dos pequeñas que entraron gritando con bulliciosa alegría.

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