Aviso del Cronista.

La caída de Valaquia Prima es un conjunto de relatos estructurados como una novela río sobre los sucesos que acontecen en ese planeta ambientado en el universo ficticio de Warhammer 40.000.

El creador de este blog solo tiene el objetivo hedonista slaaneshiano de pasarlo bien y hacerlo pasar bien a quien pueda leerlo. Sus relatos están hechos por fans y para fans de los fantásticos juegos de Games Workshop y por tanto no es para nada oficial ni está respaldado por susodicha empresa, no pretendiendo con ello afrentar su posición ni menoscabar su trabajo.


Pensamiento del día.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Bruce. Gigacomercio G-Mart. Colmena Beta. 04

¡Oh mierda, oh mierda, oh mierda!
La expresión del niño antinaturalmente pálido bajo aquella luz, sin parpadear, emitiendo un gemido lastimero monocorde mientras renqueaba hacia él con las manos y las mejillas tintas en sangre fresca era de un ansia tan depravada que Bruce se había quedado congelado.
¡Me va a comer!
Tartamudeó palabras tranquilizadoras pero aquel niño seguía moviéndose como si las palabras no significasen nada. Intentó moverse con todas sus fuerzas, sabedor de que le iba la vida en ello, pero estaba pegado al suelo incapaz de moverse mientras aquel niño se aproximaba con la expresión de un depredador voraz de paso torpe.
¡Dios Emperador ayúdame!
Tal vez fue aquel pensamiento el que le salvó. Tal vez el Emperador iluminó su mente y en su infinita gracia le dio la forma de salir de allí.
Haciendo un acopio de todo su autocontrol Bruce gritó la clave que activaba los servidores con uno de los esfuerzos mentales más extenuante de toda su vida.
Con monstruosos chasquidos volvieron a elevarse sobre los pistones de su locomoción arácnida y el más cercano, un servidor de seguridad apuntó su ametralladora contra el niño que estaba ya tan solo a un paso paso del aterrado vendedor.
La máquina orgánica no dudó en abrir fuego contra el siniestro niño hasta vaporizarle en una nube roja que empapó su uniforme de G-Mart.
Después, antes de que pudiese hacer nada más que asquearse por el repugnante rocío de sangre que le cubría un extraño gemido se alzó de la oscuridad. Bruce se giró lentamente sabiendo lo que iba a encontrar. Los restos a medio devorar de la madre parecían estremecerse como si aun estuviese más vida, o más bien, la idea se infiltró insidiosa en su agotada mente, como si estuviesen animados por alguna energía oscura.
El cadáver explotó ante otra ráfaga del servidor.
Por fin, cuando el servidor adoptó una postura de descanso ante la ausencia de movimientos no autorizados en la zona, las piernas de Bruce cedieron y cayó al suelo vomitando por la tensión y el asco de la escena.
Decidió mientras intentaba recomponerse que sería mejor ir a casa. Mañana tendría que dar un montón de explicaciones desagradables y además tampoco quería investigar la humedad que sentía en sus pantalones.

2 comentarios:

  1. Je, a este ya lo daba yo por muerto, menos mal que los servos no tardan en encender que si no...

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  2. Jejeje, a Bruce le tenemos mucho cariño, no podemos permitir que muera así sin más. (Aunque él en un futuro lo desee.) ;)

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