Aviso del Cronista.

La caída de Valaquia Prima es un conjunto de relatos estructurados como una novela río sobre los sucesos que acontecen en ese planeta ambientado en el universo ficticio de Warhammer 40.000.

El creador de este blog solo tiene el objetivo hedonista slaaneshiano de pasarlo bien y hacerlo pasar bien a quien pueda leerlo. Sus relatos están hechos por fans y para fans de los fantásticos juegos de Games Workshop y por tanto no es para nada oficial ni está respaldado por susodicha empresa, no pretendiendo con ello afrentar su posición ni menoscabar su trabajo.


Pensamiento del día.

lunes, 22 de marzo de 2010

Vlad Draco. Aposentos de Draco en la Cúspide. Colmena Alfa 02.

Tras él las mantas de cara seda del lecho se agitaron revelando la forma de una joven que habían despertado sus palabras.
-¿Mi señor?- preguntó ella mientras entreabría los ojos, toda coquetería exhibiendo su desnudez.-¿os parece justo estar tan galante con ese uniforme mientras vuestra amada reposa totalmente desarropada en su lecho?
Vlad siguió mirándose en el espejo, ajustando el cinto de la espada alrededor de su cintura con la misma minuciosidad con que lo hizo el día que fue ascendido a oficial, hace ya tanto tiempo.
-El inquisidor va a descender en una hora, se espera mi presencia para ultimar los preparativos.
Ella se incorporó sobre el colchón. La luz del amanecer artificial brilló sobre el colgante de la casa paterna que colgaba entre sus pechos, la única prenda que la vestía y regalo de bodas de su padre al entregarla a Draco.
-¿Puedo ir esposo?-inquirió la joven con ilusión.- Todas las mujeres de la Cúspide de la colmena van a asistir, mi propio padre llevará a todas sus consortes. Podría ponerme el vestido turquesa que me regalasteis por mi veinte cumpleaños.
Él la miró con ojos helados. Le daba miedo cuando la miraba así tan frío como una roca, el soldado sin corazón, tan diferente del apasionado hombre que había compartido su lecho aquella noche.
-No.
Hizo un mohín.
-Pero mi señor, todas van...
-He dicho que no Minah.
Ella calló, aunque la frustración crecía en su interior por la negativa. Él era el hombre más importante de la Colmena alfa, y muy probablemente de toda Valaquia Prima, Minah no esperaba ser la única esposa de un personaje tan importante y tener la exclusividad de su cariño, era algo impensable, pero si que quería el reconocimiento público que conllevaba su situación. Draco, sin embargo tenía una veintena de esposas, bastantes menos que muchos nobles de la colmena, pero solo una era presentada usualmente junto a él. Voidova, la única extramundana, aquella con la que había aterrizado en Valaquia. Una arpía mucho mayor que la abuela de Minah y que sin embargo parecía ser su hermana mayor.
La joven sabía que tenía que callarse pero no pudo conterner la frustración.
-Imagino que mi señor irá acompañado de Voidova.- declaró ella, su voz goteando el inocente veneno de la juventud dolida.
No vio venir el golpe. Aquella mano envuelta en un delicado guante de piel de kark, que esa misma noche le había acariciado con tanta ternura le golpeó en la mejilla con tal fuerza que la hizo caer de la cama.
Ella intentó incorporarse, sorprendida por el golpe, pero sus brazos fallaron y volvió a caer sobre la alfombra.
Oyó la puerta abrirse. Intentó mirar quien entraba pero su cuerpo aturdido se negaba a responder.
Solo pudo oir la odiada voz de su rival.
-Estimada Minah, no hace falta que te levantes para recibirme.- dijo ella con una risita traviesa.- Nuestro esposo y yo ya nos vamos. Te prometo que te lo contaremos todo a la vuelta.
Vlad no dijo nada, y ambos se marcharon, dejándo una niña llorando en el suelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario