Aviso del Cronista.

La caída de Valaquia Prima es un conjunto de relatos estructurados como una novela río sobre los sucesos que acontecen en ese planeta ambientado en el universo ficticio de Warhammer 40.000.

El creador de este blog solo tiene el objetivo hedonista slaaneshiano de pasarlo bien y hacerlo pasar bien a quien pueda leerlo. Sus relatos están hechos por fans y para fans de los fantásticos juegos de Games Workshop y por tanto no es para nada oficial ni está respaldado por susodicha empresa, no pretendiendo con ello afrentar su posición ni menoscabar su trabajo.


Pensamiento del día.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Genosium. Instalaciones Adeptus Mechanicum. Hemisferio Ardiente. 01

Los datos caían a su alrededor, haciéndole uno con la Sagrada Máquina. Sintió la información cubriéndolo, llenándolo de fuerza y purificándolo del pecado de la duda y la vacilación. El beso metálico lo embargaba. Su amante, la esfera de datos de Valaquia, lo llenaba como ningún otro ser humano podía complementar a otro, fuera de emociones biológicas, de las cadenas de reacciones producidas por glándulas y hormonas. Su amante era perfecta, libre de la corrupción de la carne, totalmente carente de sucias necesidades de reproducción, plegada a sus deseos y totalmente dispuesta para él. Ninguno de los otros tecnosacerdotes comprendía la Máquina como él y por eso ella le había recompensado ascendiéndolo de Genitor a Magus Biologis y dándole el control absoluto sobre el asentamiento en el hemisferio desértico del Adeptus Mechanicum y por ende de toda Valaquia Prima como Sumo Fabricador. Sabía que había otros humanos que creían poseer el poder en aquel planeta, la Máquina se lo decía, pero a él no le interesaban los autoengaños de los profanos de carne pura.
Un zumbido interrumpió la comunión. Genosium musitó una breve oración dando gracias al terminal mientras retiraba los mecadendritos de este interrumpiendo la sacra conexión. Los tentáculos metálicos, tan fuertes como para desmembrar a un hombre se plegaron con gracilidad a su espalda bajo la túnica roja que le cubría.
El joven tecnosacerdote Urian esperaba tras él. Genosium lo miró con desaprobación a través de sus espeluznantes ojos de azogue, Urian aun tenía gran aprecio a sus debilidades, apenas había modificado su cuerpo con benditos mecanismos y apestaba a miedo y emociones biológicas.
-La conexión ya se ha interrumpido hermano. Dime qué era tan importante como para no poder esperar a que terminase.
Urian tembló visiblemente ante la furia contenida en el tono monocorde que emitía el voco-emisor de bronce de su señor.
-Sumo Fabricador -su voz temblaba- llevabais 72,6 horas en sagrado vínculo. El enviado de la Santa Terra va a llegar en una hora a Colmena Alfa. Pensé que deberíais saberlo.
La poca piel que rodeaba aquellos ojos metálicos se arrugó un gesto de cólera. La roja túnica de su orden se estremeció cuando los mecadendritos amenazaron con salir de su cobijo.
Un instante después Genosium volvió a la calma de estatua que le caracterizaba. Urian había caído de rodillas con el miedo pintado en la cara.
-Si el estúpido inquisidor piensa que voy a ir a rendirle pleitesía deberá hacerlo sentado. Envía mis excusas y deja patente para sus débiles mentes que la próxima vez que me necesiten deberán rogar mi presencia con antelación.
Con un asentimiento el joven hizo una reverencia y se alejó con más prisa de la necesaria.
El Sumo Fabricador contempló como se marchaba el acólito y discurrió sobre los extraños caminos que la Sagrada Máquina utilizaba para guiar a los suyos. La debilidad de su siervo le había revelado la suya propia. Había emociones al margen del amor a la Máquina que aun se escondían en su interior, debía controlarlas para poder eliminarlas.

1 comentario:

  1. El adeptus mechanicum... solo el emperador sabe que habran montado los sacerdotes con sus piezas de lego... me da a mi que el inquisidor va a tener mucho trabajo.
    Enhorabuena, por aqui seguimos cautivados.

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