La Voz de la colmena brotó de los altavoces. El tono, la pronunciación, la propia cadencia de las palabras tenía algo tranquilizador. Cada persona ponía una cara a la voz que anunciaba las noticias y la propangada de colmena alfa, pero para todos tenía un adorable tono paternal al que costaba resistirse.
"Buenos días camaradas. La jornada continua en colmena alfa, hogar de los más fieles súbditos del Imperio. Los cielos estarán despejados durante el primer y segundo turno, pero esperamos una ligera llovizna en el tercer turno en los sectores D e inferiores. La línea de monorrail CE-312 ha sido cerrada por reparaciones de urgencia, recomendamos usar líneas con destinos adyacentes. Los informes del bendito Munitorum han vuelto a alabar el buen hacer de nuestra colmena, entregando un 7,3% por encima de las mejores estimaciones. El Alto Señor Vlad DRaco ha prometido que anulará las restricciones de productos cárnicos para los sectores C e inferiores si este magnífico resultado se mantiene en la próxima evaluación. Loado sea el Dios-Emperador por ponerlo al frente de todos nosotros y rezemos por que la carga que supone nuestro futuro no sea demasiado pesada para sus hombros".Imbra no escuchó las siguientes noticias. Las sonrisas de orgullo que brotaron en el manufactorum le volvieron a recordar la mancha de sangre en el suelo del sector ad/15. Notó el frío del eterno atardecer en la cara cuando entró en el hangar, abierto al cielo y lo más alejado posible de las zonas de fundición de metal.
Descargó el contenedor que su vehículo portaba con sus poderosas mandíbulas hidráulicas y saludó a los obreros del almacen, que ya se acercaban para asegurar las gruas que lo apilarían en el depósito de carga de los enormes vehículos atmosféricos que aguardaban en las dársenas.
La operaria chasqueó la lengua con desaprobación. El protocolo de seguridad indicaba que hasta que los hexápodos de carga no se hubiesen retirado nadie podía entrar en el área de descarga, sin embargo ahora había una docena de trabajadores correteando entre las patas de su vehículo. Por enésima vez maldijo a los prefectos del Munitorum y sus prisas.
Mientras tanto la Voz seguía con su charla:
"... prometiendo solo tres meses para la inauguración de las primeras Scholam Pueri en el sector F. Y ahora la noticia más importante, la que ha tenido en ascuas a los benévolos miembros del Partido en la Cúspide, amados por todos. El enviado de Santa Terra eligió nuestra colmena para aterrizar con todos los honores en Valaquia Prima. Su deferencia nos honra. El descenso no tuvo complicaciones y el enviado junto con su séquito ultramundano fue agasajado por los dignatarios en una recepción de gala que demostró el fervor y la hospitalidad de Colmena Alfa. En declaraciones exclusivas para la Voz nuestro eminente invitado ha afirmado quedar gratamente sorprendido por el recibimiento y sentir estar en un hogar que si bien no le corresponde por nacimiento si lo es por adopción".El hexápodo de Imbra se movió con delicadez impropia sobre los trabajadores. No se sumó a los gritos de júbilo del resto. Le daba igual quien fuese el ultramundano que había aterrizado en la Cúspide. El último había sido el recien nombrado Alto Señor y poco había ido a mejor para las masas de trabajadores desde entonces...
"Eso es todo compañeros, volveremos con vosotros durante el segundo turno. Para terminar os recordamos el axioma del día:
La obediencia es nuestro mayor tributo. Reflexionad sobre la verdad oculta en estas sabias palabras.
Camaradas, el Emperador provee."
Si, un aterrizaje de lo mas normal, no hay que preocupar a los engranajes... Os seguimos.
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