Aviso del Cronista.

La caída de Valaquia Prima es un conjunto de relatos estructurados como una novela río sobre los sucesos que acontecen en ese planeta ambientado en el universo ficticio de Warhammer 40.000.

El creador de este blog solo tiene el objetivo hedonista slaaneshiano de pasarlo bien y hacerlo pasar bien a quien pueda leerlo. Sus relatos están hechos por fans y para fans de los fantásticos juegos de Games Workshop y por tanto no es para nada oficial ni está respaldado por susodicha empresa, no pretendiendo con ello afrentar su posición ni menoscabar su trabajo.


Pensamiento del día.

martes, 17 de agosto de 2010

Lord Ciro Berderkat. Cúspide. Colmena Beta. 03

Los ojos de Ciro se contemplaron a sí mismos, devolviéndose la mirada a través del espejo. El lujoso aseo de la psicoclínica Tranquilitae le ofrecía la intimidad suficiente para serenarse. Le gustaba la penumbra, la tranquila soledad y el escuchar a escondidas las voces de los que pasaban por el pasillo sin saber que él estaba allí.
Un escalofrío le recorrió la espalda. Una voz femenina. ¿Sería ella?. Solo de pensarlo se estremeció irracionalmente. La necesidad que tenía de estar con aquella mujer que tanto poder tenía sobre él le llenaba de ansiedad estremeciendo su cuerpo.
La voz pasó. No lo era.
El pequeño de los Berdekat suspiró. Volvió a buscar su mirada en el espejo. Si hubiese sido una persona más dada a la introspección probablemente se hubiese preguntado como era que él, el hijo del hombre más poderoso de colmena Beta, que tenía todo cuanto se le antojaba se comportaba como un adolescente ante una vulgar plebeya. Probablemente habría llegado a la conclusión de que no la deseaba como a tantas otras, ya que ella no se dejaba enredar en su juego de poder e influencias, sino que veía al auténtico Ciro más allá de su apellido.
Pero no era una persona instrospectiva. Nunca en toda su vida había necesitado pensar. Era una de las peculiaridades de la vida en lo más alto de la Cúspide.
Sus dedos recorrieron el mentón. Valoró la idea de someterse a otra cirugía para darle un diseño más clásico. Ella había alabado el nuevo diseño de su nariz y aquello le había alegrado el día.
Ahora estaba nervioso, no había podido hacer nada por embellecerse ya que su padre había delegado en él todas las reuniones corporativas durante su ausencia y ni siquiera había podido vestir ropajes adecuados ya que los mejores sastres los habían acompañado a colmena Alfa para esa ridícula recepción. Sus dedos temblorosos abrieron la chaqueta y sacó un pequeño bote de color ambar. Lo descorchó con más prisa de la necesaria y varias capsulas cayeron al suelo. Tomó un par y las tragó con avidez. En cuanto tocaron su lengua sintió la tan ansiada descarga de bienestar inundando su cuerpo.
¡A veces era tan dura la vida en la cumbre!.

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